viernes, 21 de noviembre de 2008

El concepto: los universales y los nominales

Problema de los universales
El problema de los universales es dar un término convencional a lo que es en realidad un nido de problemas interrelacionados, algunos de los cuales caen en el área de la Psicología cognitiva, otros dentro de la Epistemología, y otros más aún en la Ontología. En otras palabras, este problema involucra cómo pensamos, cómo sabemos, y cuáles son las realidades a ser conocidas.
Pero como debemos comenzar en algún lugar, preguntémonos: ¿es la idea de un río (un universal) más real que las furiosas aguas del Río Meandro (un particular) en este momento? ¿es menos real? ¿o diferentemente real?
El problema de los universales en la antigüedad [editar]
El debate puede haber comenzado con Heráclito, un antiguo pensador griego quien dijo que "nunca entramos dos veces en el mismo río." En el tiempo que nos toma mover el pie para dar el segundo paso, el agua ha continuado corriendo presurosa hacia delante, los bancos han cambiado un poco, y el río ya no es el mismo.
Heráclito es frecuentemente interpretado como sugiriendo una conclusión escéptica de esta observación. Como nunca nada se mantiene igual de momento a momento, cualquier conocimiento que creamos que poseemos es obsoleto ya antes de que lo adquiramos. También puede haber estado sugiriendo que los nombres son una manera artificial de imponer estabilidad al flujo de la realidad - llamando esto "río" pretendo que es una entidad. Esto lo convertiría en el primer nominalista.
Mucho en la filosofía de Platón puede ser entendido como una respuesta a Heráclito, especialmente a las implicaciones escépticas de sus escritos. Para Platón, nuestro intelecto puede contemplar el mismo río cualquier cantidad de veces, ya que río como una idea, como una forma, se mantiene siempre el mismo. Hay una aguda distinción entre el mundo de los sentidos y el mundo del intelecto: uno puede tener sólo opiniones acerca del primero, pero puede tener conocimiento, una creencia verdadera justificada, acerca del segundo. Justamente por esa razón, el mundo inteligible es el mundo de la razón, y el mundo sensible es sólo provisionalmente real, como las sombras en la pared de una cueva.
Debe ser mencionado que la noción platónica de ideas atemporales, o formas, no está confinada a universales. Términos particulares pueden también ser entendidos como el nombre de una forma inteligible. Entonces, a pesar de que río es una forma, Meandro lo es también, y "el Meandro como era al mediodía el viernes pasado" es asimismo una forma. ¡Hasta "flujo Heraclítico" es una forma, y como tal desprovisto de flujo y atemporal! Hay aquí paradojas en abundancia, y Platón mismo las exploró en un diálogo deslumbrantemente dialéctico, Parménides.
Pero al menos una parte de lo que Platón quiso dar a comprender es que Río, como un universal, es una idea atemporal en la cual los ríos mutables participan parcialmente, ya que el mundo material es un espejo imperfecto del mundo realmente real. Platón, en consecuencia, fue el primer realista.
Su alumno, Aristóteles, estaba en desacuerdo tanto con Platón como con Heráclito. Aristóteles transformó las formas de Platón en "causas formales", los planos implícitos en las cosas materiales. Donde Platón idealizaba la geometría, Aristóteles practicaba la biología, y su pensamiento siempre vuelve a los seres vivos. Considera un árbol de roble. Éste es un miembro de una especie, y tiene mucho en común con todos los robles de generaciones pasadas, y con todos los que vendrán. Su universalidad, lo que le da la esencia de roble, es una parte de él. Por consiguiente, Aristóteles era mucho más insistente que tanto Heráclito como Platón sobre conocer el mundo sensible. Un biólogo puede estudiar robles y aprender sobre su esencia, encontrando el orden inteligible dentro del mundo sensible. Tal visión hizo a Aristóteles un realista en cuanto a los universales, pero un nuevo tipo de realista. Uno podría llamar a esta visión de las cosas como realismo moderado.
El problema en tiempos medievales
Sabios islámicos preservaron una tradición de sabiduría aristotélica después de que el Cristianismo lo hubiera largamente olvidado. Alrededor del siglo XIII, sin embargo, la "reconquista" de España estaba progresando, y trayendo consigo una vez más a la conciencia del mundo de la literatura latina las riquezas de la antigua filosofía griega, como se ha encontrado en las bibliotecas recapturadas de Toledo.
Tomás de Aquino hizo de su misión personal la de reconciliar la filosofía de Aristóteles con la fe Católica Romana. Como parte de esta tarea, en De Ente et Essentia reestableció la visión de Aristóteles sobre la esencia, o los universales.
Guillermo de Ockham y la crisis de la escolástica
Se desconoce la fecha exacta del nacimiento de Guillermo de Ockham, (escrito también Occam), que se situa, según lo que se puede deducir partiendo de los pocos acontecimientos que conocemos de su vida, entre los años 1280, como pronto, y 1300, como muy tarde. Según unos nació en el lugar llamado Ockham, en el condado de Surrey, al sur de Londres, mientras que otros consideran que Ockham era simplemente su apellido. Se sabe que ingresó muy joven en la orden mendicante de los franciscanos, y que realizó sus estudios en Oxford, debiendo alcanzar el grado de bachiller en los años 1316-20; según unos, alcanzó también el grado de "magister", llegando a enseñar lógica y teología en las escuelas franciscanas (en París, precisan algunos) hasta el año 1323, en que fue convocado a Aviñon por la corte pontificia, acusado de herejía. Otros, sin embargo, afirman que no consiguió el grado de magister y que jamás se dedicó a la enseñanza, sino que continuó sus estudios en el ámbito de las preocupaciones filosófico-teológicas de la orden franciscana, de donde proceden sus primeros escritos polémicos y críticos sobre tales cuestiones. Todos, sin embargo, están de acuerdo en que fue discípulo de Duns Scoto (natural de Edimburgo, estudió en las universidades de Oxford y París, en las que fue también profesor de teología; fue trasladado, al parecer por motivos políticos, al estudio franciscano de Colonia, donde moriría en 1308), lo que implica retrasar casi al máximo la fecha de nacimiento de Ockham.
En el año 1323, J. Lutterrell, canciller de la universidad de Oxford, que había acusado a Ockham de herejía, consigue que el papa Juan XXII convoque a éste a la corte papal, entonces en Aviñón, para someterle al interrogatorio pertinente acerca de significado de sus tesis, con el fin de juzgar su ortodoxia o heterodoxia. Durante varios años, en los que permanece como prisionero de la corte, se trata el asunto, que parece terminar con una sentencia benévola por parte del papa, sentencia que no satisface los deseos de Lutterrell. Los acontecimientos políticos que tuvieron lugar entonces, entre el excomulgado emperador Luis de Baviera y el papa Juan XXII a raíz de la disputa sobre la prevalencia del poder terrenal o del poder espiritual, provoca la intervención de Guillermo de Occam en la disputa, la misma que los franciscanos mantenían ya con el papado al respecto. En 1327 es encargado por el general de la orden, Miguel de Cesena, que había acudido a Aviñón, de analizar las tesis pontificias sobre el tema; viéndose amenazados ambos por los defensores de las tesis papistas abandonan Aviñón y se refugian primero en Italia y luego, en 1328, bajo la protección de Luis de Baviera, siendo también ambos excomulgados. Tras la muerte de Luis de Baviera, en 1347, y habiendo continuado su polémica con los papas Benedicto XII y Clemente VI, tuvieron lugar algunos contactos para facilitar la sumisión de Ockham al papa Clemente VI, sin que haya constancia de que la hubiera, o no, firmado. En 1349 muere en Munich, al parecer a causa de la peste negra.
La presencia de Ockham en Aviñón marca un antes y un después en el conjunto de su obra que queda así dividida en torno a dos períodos; el primero, anterior a su estancia en Aviñón, está dominado por preocupaciones filosófico-teológicas; el segundo, que comienza con su huída de Aviñón, por reflexiones filosófico-políticas. Pertenecen al primer período los "Comentarios" a las Sentencias de Pedro Lombardo, cuyo contenido le valió la antipatía y persecución de Luterrell, y el ser acusado de herejía. También la "Expositio super octo libros physicorum" y la "Summa totius logicae" fueron escritas antes de 1327, sobre filosofía natural el primero y sobre lógica el segundo. Entre las obras teológicas cabe destacar los "Quodlibeta VII", con el tratamiento de cuestiones como la unicidad de Dios, la posibilidad o no, defendida por Sto. Tomás, de que el alma sea la forma del cuerpo, la posibilidad de demostrar la existencia de Dios, etc... en consonancia con las posiciones mantenidas en los Comentarios.
Al segundo período pertenecen su obras de polémica filosófica-política, centradas en torno a la discusión de la prevalencia del poder terrenal o espiritual, entre las que cabe destacar el "Compendium errorum Ioannis papae XXII" y el "Dialogus inter magistrum et discipulum de imperatorum et pontificum potestate", a la que se considera la principal obra de este período escrita por
Ockham. Razón y fe
La posición que adoptará Occam respecto al tema de la relación entre la razón y la fe supondrá no ya la distinción entre ambas y la concesión a cada una de un espacio particular de aplicación, como había defendido santo Tomás, sino su radical distinción e independencia. La razón no está ya al servicio de la fe, ni la fe necesita de la razón para esclarecer sus propios dictados. La fe depende estrictamente de la revelación, por lo que la razón no tiene nada que decir, no tiene nada que añadir ni quitar, nada que aclarar a la palabra divina. La razón, por su parte, siendo una facultad otorgada por Dios al hombre, para ordenarse en este mundo, no tiene nada que tomar de la fe: ha de recurrir a las otras facultades naturales y, exclusivamente con ellas, obtener los conocimientos necesarios para la vida más perfecta posible del hombre. La distinción entre la razón y la fe se convierte, por lo tanto, en separación, y aún en oposición, entre ambas, lo que conducirá a Occam a una posición mística y "anti-teológica" en los temas de la fe (el voluntarismo, caracterizado por la afirmación de la preeminencia de la voluntad sobre el entendimiento), y a una posición radicalmente empirista en lo concerniente a los temas de la razón. La autonomía de la razón con respecto a la fe proclamada por santo Tomás se convierte en una independencia absoluta, lo que tiene importantes consecuencias en el campo filosófico y teológico en el que se moverá Occam.
El análisis del conocimientoSi San Agustín había explicado el tema del conocimiento con la doctrina de la iluminación, de inspiración platónica, santo Tomás lo había hecho con la teoría de la abstracción, de raíz aristotélica. En ambos casos el conocimiento representa el conocimiento de la esencia, dejando al margen la individualidad y particularidad del objeto conocido. Occam se opondrá a ambas explicaciones, rechazando la posibilidad de conocer directamente las esencias tanto como la posibilidad de un conocimiento abstractivo, ofreciéndonos una explicación basada en la intuición sensible, que nos permite entrar en contacto directamente con la realidad individual y concreta, postura conocida con el nombre de nominalismo.
¿Conocemos directamente, pues, la realidad individual o conocemos sólo las esencias universales? La intuición no es, para Occam, la captación directa por parte del sujeto de una esencia, de una idea de tipo platónico, sino la relación directa del sujeto que conoce con el objeto conocido, con la cosa. En este sentido, el conocimiento es algo que se ofrece de modo directo e inmediato al individuo (no el resultado de una abstracción, de una elaboración del entendimiento que culmina en un concepto); es algo, por lo tanto, presente, que queda garantizado por la inmediatez, por la presencia de la cosa que es la causa inmediata de dicho conocimiento, por el que se afirma en consecuencia la existencia de la cosa y del que dependen también las relaciones entre las cosas. El conocimiento abstractivo no es posible, porque lo universal no es real, no es algo que esté presente. Los conceptos los formamos espontáneamente en el entendimiento, no a través del proceso abstractivo descrito por Aristóteles y por santo Tomás. ¿Qué son los conceptos? No pueden representar unas esencias que no tienen presencia ni existencia real: no son más que signos de carácter lingüístico que se forman a partir de la experiencia, por generalización. Distingue Occam dos tipos de signos: los naturales y los convencionales. Son signos naturales los concebidos por la mente y, en este sentido, pueden ser llamados palabras mentales. Los signos convencionales puede ser de dos clases: proferidos y escritos, es decir pertenecientes al lenguaje hablado o al lenguaje escrito. La función de los signos es hacer las veces de las cosas que significan en el discurso, sustituirlas. En ningún momento representar esencias inexistentes.
El rechazo de la explicación tomista del conocimiento (por vía de la abstracción, siguiendo a Aristóteles) va asociado a la modificación de los presupuestos lógicos que se pueden aceptar en el discurso filosófico, y a la elaboración de algunas propuestas metodológicas, entre las que se suele destacar el principio de economía, también conocido como la "navaja de Ockham", que supone el rechazo de lo superfluo, de lo que no aparezca de modo inmediato a la intuición sensible, y la exigencia de simplicidad en la explicación de los sucesos reales, y cuya formulación tradicional se presenta del modo siguiente: "no hay que multiplicar los entes sin necesidad" (entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem).

Lecciones sobre Guillermo de Ockham.
Felipe Giménez. Profesor de filosofía de IES.

1. La gnoseología.
Guillermo de Ockham (1300-1350) no reconoce como válido y apodíctico más que un solo género de demostración. Probar una proposición consiste en mostrar, bien que es inmediatamente evidente, bien que se deduce necesariamente de una proposición inmediatamente evidente. Ahora bien, la evidencia es un atributo del conocimiento completamente distinto de la ciencia o de la intelección, o de la sabiduría; porque éstas versan únicamente sobre relaciones de ideas, e incluso cuando establece entre las ideas relaciones necesarias, en manera alguna nos garantiza que las cosas reales guarden relación de adecuación con el orden de las ideas. Una evidencia que recae directamente sobre universales sólo puede ser evidencia de conexiones entre nociones, en ningún caso evidencia de que haya realmente algo que corresponda a esas nociones. Si se quiere una proposición que garantice a la vez su verdad y la realidad de lo que afirma, se precisa una evidencia inmediata, no ya simplemente abstracta, sino intuitiva. En otras palabras: sólo el conocimiento "intuitivo" (esto es: "experimental") nos da noticia de la existencia de alguna cosa; y el conocimiento intuitivo o experimental versa siempre sobre cosas individuales y concretas. Es el único que nos permite llegar a los hechos:
En oposición al conocimiento intuitivo, el conocimiento abstracto no nos permite saber si una cosa que existe, existe, o si una cosa que no existe no existe.
Que hay tal o cual ente es una afirmación que no podemos sacar jamás de otra parte que de la experiencia.
"El conocimiento intuitivo es aquel en virtud del cual sabemos que una cosa es, cuando es, y que no es, cuando no es."
Así, el conocimiento sensible es el único cierto, cuando se trata de alcanzar las existencias. No es lícito racionalmente aceptar más entidades que aquellas que se dan en una experiencia concreta o aquellas cuya admisión es absolutamente necesaria en virtud de una experiencia concreta. El conocimiento intuitivo, tal como lo definimos, es, por tanto, el punto de partida del conocimiento experimental: "illa notitia est intuitiva a qua incipit experimentalis notitia;" mejor aún, es el mismo conocimiento experimental, y es el que nos permite formular seguidamente, en virtud de una generalización del conocimiento particular, esas proposiciones universales que constituyen los principios del arte y de la ciencia. "Perfecta cognitio intuitiva est illa de qua dicendum est quod est cognitio experimentalis, et ista cognitio est causa propositionis universalis quae est principium artis et scientiae."
2. El nominalismo.
No hay más realidad que lo particular. Las únicas substancias son las cosas individuales y sus propiedades. Todo aquello cuya existencia pueda ser afirmada es una cosa individual: "omnis res positiva extra animam eo ipso est singularis." Ockham es absolutamente radical en negar cualquier tipo de realidad al universal.
Toda doctrina que piense que el universal es, por la razón que sea, distinto del singular, rinde culto al realismo; lo hacen incluso aquellas doctrinas que no es costumbre colocar bajo esa bandera. Ockham piensa que el universal no puede ser una cosa fuera del alma. Lo universal existe en el alma del sujeto cognoscente y sólo allí. Hay que pregutarse en qué medida es posible atribuirle una existenca en el pensamiento; pero se debe establecer, de hecho, que no tiene ninguna existencia fuera del pensamiento. El universal tampoco puede diferenciarse del individuo, único dotado de existencia.
Efectivamente, de cualquier modo que se pretenda concebir un universal realizado en cosas, se viene a parar al mismo absurdo: o bien ese universal es uno, y entonces no se comprende cómo puede hacerse desmenuzado y multiplicado en las cosas, o bien está multiplicado en las cosas particulares, en cuyo caso no se comprende cómo puede ser uno. El esfuerzo de crítica más interesante es el que dirige contra el realismo de Duns Escoto. Este filósofo atribuía al universal cierta unidad, la de la esencia o naturaleza común de Avicena, suficiente para explicar el grado de unidad de las especies y de los géneros, pero inferior a la unidad numérica de los seres particulares. La unidad del universal, según Duns Escoto, era la de un grupo, fundada a la vez en la colectividad y en cada uno de los individuos que la constituyen. El escotismo sustituye al universal-cosa por la naturaleza común, indiferente tanto a la singularidad como a la universalidad, dotada de una unidad menor que la unidad numérica, propia del individuo, del que aquella naturaleza no se diferenciaría realmente sino formalmente. Pero de este modo no se sale del realismo. Ockham no acepta en modo alguno esta tesis escotista; para él no hay más unidad que la unidad numérica del individuo, y todo lo que sólo tiene una unidad inferior a la unidad numérica no puede tener ninguna clase de unidad. Por no tener verdadera unidad, estas naturalezas comunes que se imaginan están, pues, verdaderamente desprovistas de realidad. No se puede suponer en el individuo un más o menos indiferente, un más o menos uno.
La "no-identidad formal" de Escoto, como cualquier otra forma de distinción, ofrece un contenido a proposiciones contradictorias: A es idéntica a B, A no es idéntica a B; pero no hay grados en la contradicción, no esposible mantener juntas la identidad y la contradicción; la forma lógica, "que vale e cualquier materia", establece la misma diferencia entre ser a y no ser a que entre ser y no ser: cualquier distinción se remite, por tanto, a la distinción real, dígase lo que se diga. Tampoco se puede admitir la "distinción de razón" tomista entre lo individual y lo universal, que aquí estaría en potencia y que el entendimiento extraería; esa potencialidad no suprime la contradicción entre la posibilidad y la imposibilidad de ser atribuido a varios sujetos; la posibilidad define al universal, el individuo no admite más que la imposibilidad: el individuo no puede admitir en sí la universalidad, ni siquiera en estado de posible. No se da, pues, un medio entre la concepción occamista del universal y todas las demás concepciones, las cuales no son, en última instancia, más que aspectos del realismo.
Frente a todas estas especulaciones hay un principio muy claro, al cual hay que atenerse: "el universal es, por naturaleza, signo de una pluralidad" (universale natum est esse signum plurium); el signo puede ser signo natural o signo establecido: entonces es la palabra a propósito de la cual Ockham vuelve a una distinción hecha ya por Pedro Abelardo (1079-1142) (con éste había coincidido ya en varios puntos de su crítica al realismo): en sí la palabra es singular, es una cosa; pero puede ser universal por la significación, por su aptitud para ser predicado. Las proposiciones son como el tejido mismo del saber. Las proposiciones se componen de términos (pensados, hablados, escritos), que son los universales. Los universales son los términos de la proposición, que "ocupan el lugar de las cosas" -supponunt pro rebus-; de aquí procede el nombre de "terminismo", dado a la filosofía de Ockham y de sus discípulos. La función del término, que consiste en hacer las veces del objeto se llama suppositio. Hay tres clases de suppositio. En un primer caso, el término significa la palabra misma que lo constituye; por ejemplo: hombre es una palabra; aquí "hombre" ocupa el lugar de la palabra "hombre" considerada en su materialidad misma; se da a esta suposición el nombre de suppositio materialis. En un segundo caso, el término significa individuos reales; por ejemplo: el hombre corre; aquí no es la palabra "hombre" quien corre, sino un hombre, una persona; esta suposición se denomina suppositio personalis. En un tercer caso, el término significa algo común; ejemplo: el hombre es una especie; aquí, "hombre" no significa un individuo, sino "simplemente" una comunidad; por eso se llama a esta suposición suppositio simplex.
3. La ontología nominalista. La realidad del universal.
¿Qué designa un término exactamente cuando se emplea en suppositio simplex? Aquí, como en todo, Ockham insiste en su principio de "no multiplicar los entes sin necesidad": Non sunt multiplicanda entia sine necessitate. Lo único que se da "con necesidad" es: a) que sólo lo individual existe, b) que los individuos pueden ser clasificados, por la mente y para la mente, en géneros y especies. En cuanto a la existencia que los universales pueden tener en el alma, también hay que tener mucho cuidado de no "realizarlos". "Su ser es ser conocido". "El universal no existe como sujeto ni en el alma ni fuera del alma, tiene únicamente un ser de objeto (esse obiectivum) en el alma, y esto es una ficción (fictum)". Si se prefiere, puede admitirse que el universal es una cualidad del alma, que asimilamos a la intelección misma o en la que vemos su resultado. En este caso se puede conceder que existe como un sujeto (subiective), y que es una cualidad.
En esta perspectiva ontológica hay que situar la negación de que la relación sea real: si lo fuera, se diferenciaría del sujeto que la soporta, de modo que Dios podría crearla aparte y conferir la paternidad, por ejemplo, a quien jamás hubiera engendrado, lo cual es contradictorio; sólo existen las sustancias y las cualidades. También rechaza Ockham la distinción entre esencia y existencia.
El término universal que designa la especie o el género designa sin duda algo, y designa algo que, como tal especie o tal género, no existe en la realidad, porque es cosa de la mente, que es conocimiento. Pero ¿es conocimiento de algo común a los distintos individuos que "pertenecen" a esa especie o género? No; sigue siendo conocimiento de los individuos mismos, sólo que conocimiento menos distinto, más confuso. Si Pedro y Pablo son hombres, no es porque haya una "esencia" hombre, común a Pedro y Pablo, que el entendimiento pueda concebir separadamente (aun admitiendo que no sea en sí misma nada real); lo que el entendimiento percibe es Pedro y Pablo, los individuos mismos, sólo que el conocimiento puede ser más distinto o más confuso y, a determinado nivel de distinción del conocimiento, Pedro y Pablo no se distinguen entre sí, mientras que -al mismo nivel- sí se distinguen de un perro (que por eso, no pertenece a la misma especie), con el cual, sin embargo, se confunden en un grado inferior de distinción del conocimiento (y, por eso, pertenecen al mismo género); naturalmente, esto ocurre en virtud de lo que Pedro es y de lo que Pablo es, pero precisamente en virtud de lo que es cada no de ellos individualmente, no en virtud de algo "común" que sea a la vez en Pedro y Pablo.
Nada es universal para Ockham. El nombre, conjunto de sonidos, es también una cosa concreta; y, si la palabra "hombre", pronunciada por distintas voces y con distintos matices, sigue siendo "la misma palabra", es por lo mismo por lo que Pedro y Pablo pertenecen a "la misma" especie, a saber: porque no distinguimos lo suficiente, sea porque no podemos, sea porque no nos interesa. ¿Puede decirse que lo universal es el concepto de la mente designado por la palabra?; no, porque eso sería admitir que la mente concibe realmente algo común a Pedro y Pablo, y los demás hombres; sería, por lo tanto, admitir una "esencia" -aunque fuese una esencia puramente mental- designada por la palabra; y lo cierto -para Ockham- es que la mente no percibe otra cosa que los individuos mismos, si bien los percibe de un modo más o menos distinto o confuso. "Hombre" no designa una esencia común a Pedro y Pablo; designa a Pedro conocido de modo suficientemente confuso para que no se distinga de Pablo, y a Pablo conocido de modo suficientemente confuso para que no se distinga de Pedro.
4. Más sobre el conocimiento. La ciencia.
Pasemos a la situación, extremadamente simple, que fundamenta el conocimiento. Las cosas están presentes en el entendimiento; de ahí nace el concepto, por "una operación secreta de la naturaleza" (natura occulte operatur in universalibus), la cual forma en el alma un "nombre mental" cuya función es ocupar el lugar (supponere pro) de la cosa exterior, que no es un signo; estos nombres mentales o "intenciones primeras" pueden ser significados a su vez por otros conceptos o "intenciones segundas". El concepto es "una palabra que no pertenece a ninguna lengua" (verbum nullius linguae). Su formación no requiere la operación ni, por tanto, la existencia de un entendimiento agente, puesto que el universal no tiene ninguna realidad en las cosas, no es extraído de ellas; hablar de un entendimiento agente es decir simplemente que el alma conoce la cosa.
¿Puede haber un conocimiento científico de un universo que está pendiente de la iniciativa de la voluntad divina, la cual siempre puede sustituir en principio la acción de las causas segundas? Hay un orden de cosas que se puede perfectamente observar y describir. La ciencia se presenta como un conjunto de proposiciones: "toda ciencia...se halla sólo compuesta de proposiciones como lo que es conocido, pues sólo las proposiciones son conocidas"; y éstas se componen, o bien de palabras o escritos, o bien de conceptos. El paralelismo emtre las proposiciones habladas, escritas o concebidas es riguroso.
A los tres tipos de suposición antes mencionados corresponden tres tipos de ciencias: ciencia real, "cuando las partes de la proposición ocupan el lugar de las cosas de fuera" (pero esto no quiere decir, recordémoslo, que sean esas cosas las que son conocidas: solamente lo son las proposiciones; la ciencia real es ciencia de "intenciones que ocupan el lugar de las cosas"); cuando las partes de las proposiciones "ocupan el lugar de los conceptos mentales" o "de las mismas palabras", tenemos respectivamente, ciencia racional o lógica y ciencia gramatical. Por último, el conocimiento de un enunciado se llama "conocimiento complejo"; el "conocimiento incomplejo" tiene por objeto un término, o la cosa que ese término significa; de este modo, para aplicar esto a conceptos podemos tener (según el orden habitual de las cosas) dos conocimientos incomplejos diferentes de Sócrates: intuitivo, si está presente; y abstractivo si está ausente.
La ciencia es cierta:
"Las conclusiones de la ciencia, en cualquier ciencia, son necesarias, perpetuas, incorruptibles. Es decir, jamás pueden ser falseadas; siempre son verdaderas, una vez formadas".
Esto se debe a que "la ciencia nace de la evidencia de la cosa". Los individuos son objeto del conocimiento intuitivo. El conocimiento abstractivo, porque hace abstracción de la contingencia, permite alcanzar las relaciones necesarias. Las incompatibilidades formales, estructurales, no son afectadas por la existencia o la inexistencia; y como es la cosa misma la que se ofrece al conocimiento abstractivo, se comprende que éste sirva para una ciencia cierta.
¿Qué significan las proposiciones de la ciencia natural? ¿De qué modo concibe Ockham la causalidad y cómo justifica la inducción?
Decir que un objeto es causa de otro es decir que la presencia del segundo sigue a la del primero: pura constatación empírica y que no recae sobre una relación real, ya que tales relaciones no existen. No hay nada que se deba buscar fuera de las cosas, una de las cuales es llamada causa y la otra efecto; y, por otra parte, "el orden y la dependencia" que se da entre ellas no pueden ser previstos en modo alguno antes de la experiencia:
"El conocimiento incomplejo de una cosa no contiene el conocimiento incomplejo de otra...Por muy perfectamente que se conozca una cosa, jamás se podrá formular un pensamiento simple y propio de otra que antes no hubiera sido captada por el sentido o por el intelecto."
Fórmulas que podrían ser aprobadas por Hume (1711-1776), como sin duda se habrá observado. Cada experiencia correctamente observada nos proporciona la experiencia de un caso singular (experimentum de singulari): de este modo se produce la inducción. Todos los individuos o agentes de la misma especie tienen idénticos efectos. Por eso, al menos de derecho, una única observación bien hecha autoriza a enunciar una ley válida para toda la especie a la que el agente estudiado pertenece. De hecho, en muchos casos es necesario proceder a varias experiencias, ya que un mismo efecto puede tener causas específicamente diferentes. Normalmente es necesario repetir las experiencias tantas veces cuantas sean las especies contenidas en el género común a todas esas causas posibles; pero son necesarias menos, si varias de esas especies tienen en común una misma propiedad susceptible de ser la causa del efecto considerado.
Ockham concibió perfectamente los principios del método experimental. No obstante, Ockham reserva siempre todos los derechos a la omnipotencia divina: no se puede demostrar con todo rigor que una cosa sea causa, pues no se puede demostrar que un efecto sea puesto por una causa segunda; en sí, la inducción es una "consecuencia formal", y, por tanto, necesaria; pero cada caso particular se ve afectado por una contingencia radical, como todo lo que existe.
5. La crítica de Ockham a la metafísica.
Ockham se niega a admitir como evidente otra cosa que aquello que o bien es dado en la experiencia o bien es exigido necesariamente por los datos de la experiencia. La aplicación radical de este principio lleva a Ockham a una crítica de la metafísica racional, incluyendo en ésta tanto la teología racional como la psicología racional y la moral racional. Ockham no encuentra ni una sola de esas demostraciones que le parezca concluyente; el esquema general de su crítica es el siguiente:
Ockham admite como evidente no sólo lo que es inmediatamente experimentado, sino también todo aquello que se deduce necesariamente de ello; pero no aquello que se deduce por aplicación -incluso por aplicación a conocimientos experimentales- de principios que se consideran evidentes sin que puedan ser comprobados por la experiencia. Ahora bien, es cierto que todas las demostraciones de la metafísica escolástica aplican principios de esta índole; por lo tanto, no le será muy difícil a Ockham encontrar en cada una de ellas algún paso que no será verdaderamente demostrativo.
Ockham, pues, no considera demostrable racionalmente ni la existencia de Dios, ni los atributos de Dios, ni la inmortalidad del alma, ni nada de esa índole. La intención fundamental, consciente y decidida de Ockham es liberar a la teología del aparato filosófico-escolar que la aprisionaba declarando simplemente inconsistente este aparato.
6. La teología de Ockham.
El postulado fundamental de la teología de Ockham es un interpretación radical del primer artículo del Credo cristiano: Credo in unum Deum, Patrem omnipotentem. La posibilidad de formular principios necesarios y de apoyar en ellos demostraciones apodícticas supone que las cosas no sólo son de hecho tal como dicen esos principios y demuestran esas demostraciones (porque sobre puros hechos sólo puede informarnos la experiencia), sino que tienen que ser así; y, si admitimos esto, estamos restringiendo la omnipotencia de Dios. Si Dios es absolutamente omnipotente, carece de sentido especular sobre cómo tienen que ser sus obras; todo es como Dios quiere, y Dios quiere lo que él quiere.
La misma doctrina de Ockham sobre los universales respondía a un principio teológico: la absoluta contingencia de todo, esto es: la absoluta libertad de Dios. En efecto: la esencia es la determinación, la ley necesaria para la cosa, aquello por lo cual un caballo no puede tener entendimiento, ni una piedra hablar. Si hay esencias, hay una articulación racional del mundo por encima de la cual no es posible saltar. Y es preciso que nada sea absolutamente imposible, porque Dios lo puede todo. Por tanto, es preciso que, en términos absolutos, no haya esencias.
Puesto que de cosas suprasensibles (=metafísicas) no es posible experiencia alguna, todo lo que podamos decir de esas cosas procede exclusivamente de la fe. Es la afirmación de la autonomía de la fe. La fe -que contiene en sí todas las verdades necesarias para la salvación- no tiene nada que esperar de andamiajes metafísico-racionales; debe atenerse a la Revelación y a nada más.

martes, 4 de noviembre de 2008

trabajo fundamentos de la logica

1Lógica. Método y objeto. Tipos: Lógica como ciencia formal y como ciencia
normativa. Relaciones de la lógica con otras ciencias: Lógica y Psicología, Lógica y
Teoría del Conocimiento, Lógica y Gramática.
2 Concepciones de lógica: Aristotélica, Baconiana, Empirista, Idealista, el Concepto
Puro (Benedetto Croce) y El Positivismo (Círculo de Viena).
3Principios lógicos: Significado de principios lógicos. Coherencia y derivación de los
pensamientos. Principios y axiomas lógicos: identidad, contradicción, tercer excluido
y razón suficiente. Discusiones y críticas: antiguas y actuales. Ejercicios prácticos
sobre el uso de los principios lógicos para el pensamiento correcto.
Para ser entregado el próximo lunes en grupos de tres a cuatro personas... el trabajo lleva defensa

miércoles, 29 de octubre de 2008

LÓGICA.
II CLASE
«-Sospecho que intentas desanimarme. Puesto que los conozco, me parece difícil creer que cualquiera de los dos sea el asesino, aunque he intentado dejar a un lado mis opiniones subjetivas y ceñirme a la lógica. Anoche, antes de dormirme, hice una lista con todos los… -No hay nada mejor que la lógica para combatir el insomnio. Se parece a...-no concluí la frase.» (Dashiell Hammett. El hombre delgado)
«-Me asombra, Holmes -señalé mientras me alejaba de la ventana soleada, ya sin esperanzas-. ¡Conque un filósofo matemático! No tenía la menor idea de que sus intereses incluyeran este tipo de cosas. Yo mismo le he oído muchas veces referirse a ellas como sandeces sin sentid. -El siglo veinte es una nueva era -dijo Holmes-. Nuevas ideas surgen de las mejores mentes de esta época y nuestros científicos y filósofos de Cambridge están a la cabeza. ¿No ha oído usted hablar de la escisión del átomo por un individuo llamado Rutherford? Y Russell, junto con su compañero Whitehead, ha publicado recientemente un trabajo en el que han escindido, por así decirlo, algo mucho más difícil: nuestro sistema numérico en pequeñas partículas de pura lógica. Han consumido unas doscientas páginas antes de llegar al número uno» (Randall Collins. DR. J.H. Watson. El caso del anillo de los filósofos)
«-(Bebiendo cerveza)¡Por la lógica!, el origen y la solución de todos nuestros problemas» (Homer Simpson. En el texto original dice "por la cerveza", pero creo que también suscribiría esto.)
RAZONEMOS UN POCO
¿Crees que un hombre puede casarse con la hermana de su viuda?
Tomando las siguientes premisas intenten vuesas mercedes resolver estos enigmas lógicos:
a) Los caballeros siempre dicen la verdad
b) Los escuderos siempre mienten
Primer caso: Hay dos individuos, A y B, cada uno de los cuales es caballero o escudero. A dice :"Uno al menos de nosotros es escudero". ¿Qué son A y B? Segundo caso: Supóngase que A dice ," O yo soy escudero o B es un caballero". ¿Qué son A y B? Tercer caso: Supóngase que A dice "yo soy escudero, pero B no lo es". ¿Qué son A y B? Cuarto caso: Ahora tenemos a tres personas, A, B, C, cada una de las cuales es caballero o escudero. A y B dicen lo siguiente:
A: Todos nosotros somos escuderos
B: Uno de nosotros, y sólo uno es un caballero
¿Qué son A, B y C ?

La situación ha cambiado, ahora el malvado rey del país de la lógica propone un nuevo juego donde te la juegas de verdad. Te colocarán en una habitación donde hay dos puertas con unos letreros, en dichas puertas puede haber o una dama (las chicas pueden, si lo prefieren, cambiar la dama por un guapo mozetón) o un tigre. Salvar la vida o ir de juerga depende de tu capacidad lógica para leer e interpretar correctamente los carteles de las puertas.
Prueba Nº 1
Puerta I
En esta habitación hay una dama, y en la otra un tigre


Puerta II
En una de estas habitaciones hay una dama, y en una de estas habitaciones hay un tigre
-¿Es verdad lo que dicen los letreros? – preguntaste
-Uno de ellos dice la verdad -te contestó el rey-, pero el otro no.
¿Qué puerta debes abrirás suponiendo, por supuesto, que prefieras a la dama, o al apuesto galán?
Prueba Nº 2
Puerta I
Al menos en una de estas habitaciones hay una dama
Puerta II
Hay un tigre en la otra habitación
-¿Es verdad lo que dicen los letreros?-O bien los dos dicen la verdad, o bien los dos mienten.
(Estos y otros divertimentos lógicos los podéis encontrar en los libros de Smullyan citados en la bibliografía)


DEFINICIÓN DE LÓGICA
Siguiendo a Alfredo Deaño[1] la lógica es la «ciencia que estudia la validez formal de las inferencias». Para comprender esta definición necesitamos entender qué es una inferencia y qué se entiende por ‘validez formal’.
Inferencia. Una inferencia es, de forma intuitiva, un razonamiento o una argumentación. Lo característico de esta forma pensamiento es que en él pasamos de un conjunto de afirmaciones a las que denominamos premisas a otra afirmación a la que llamamos conclusión.
La validez de un razonamiento es independiente de la verdad o falsedad de sus premisas. Lo fundamental es comprender que para que un razonamiento sea válido (formalmente válido), no puede darse el caso que si sus premisas son verdaderas, la conclusión sea falsa.
La lógica únicamente se preocupa de los esquemas de razonamiento, y para eso, la lógica toma la forma de una ciencia deductiva. Como en cualquier otra ciencia, la lógica es un sistema de enunciados, con la peculiaridad, en este caso, de que los enunciados se encuentran deductivamente ligados formando un cálculo o un sistema de cálculo.
Un sistema de cálculo se compone de los siguientes elementos:
1. Un conjunto de elementos primitivos (símbolos elementales) que constituyen las herramientas básicas con las que se construye el sistema.
2. Un conjunto de reglas (reglas de formación) Mediante estas reglas podemos realizar las combinaciones correctas de símbolos elementales. Gracias a este conjunto de reglas podemos determinar cuando una expresión pertenece al sistema de cálculo. Aquellas expresiones que estén bien construidas pertenecerán al sistema.
3. Un conjunto de reglas de transformación que nos permiten transformar una expresión bien construida de símbolos en otra expresión que estará también bien construida.
Todo sistema de cálculo se tiene un carácter autárquico, esto quiere decir que son sistemas que sólo refieren a sí mismos y no tienen nada que ver con el mundo real o con algo ajeno a ellos.
LÓGICA DE PROPOSICIONES
La base del cálculo lógico son los enunciados o proposiciones. El sistema de cálculo divide el lenguaje en dos elementos básicos:
Oraciones
Conjunciones, elementos del sistema que sirven para enlazar oraciones simples y formar oraciones compuestas
Así que lo que tenemos es por un lado oraciones, y por otro, elementos que nos permiten formar estructuras más complejas a partir de la unión de oraciones.
Lo característico de la Lógica de Proposiciones es que no analiza el interior de éstas, su análisis, lo que es relevante desde el punto de vista lógico de la lógica de proposiciones es la oración tomada como un todo, sin adentrarnos en los elementos que las componen. En otros términos también se dice que la lógica de proposiciones sólo está interesada en la forma de las oraciones. Veamos un ejemplo:
Si Ulises fue el rey de Ítaca Y Homero no dice que el rey de Ítaca fue el responsable de la caída de Troya Entonces, Ulises fue el responsable de la caída de Troya
Desde un punto de vista lógico la forma lógica de este razonamiento sería:
Si…, y…, entonces…
Para poder expresar inferencias si tener que comprometerse con un contenido concreto, esto es, buscando exclusivamente la forma lógica de la inferencia, en lógica se van a usar unos signos a los que se denominan ‘variables’, y dado la lógica de proposiciones sólo se ocupa de enunciados, estas variables serán variables enunciativas o proposicionales. Las variables proposicionales son signos, previamente especificados del sistema, que hacen las veces u ocupan el lugar de un enunciado en una inferencia. Los signos que sustituyen a los enunciados en el sistema de cálculo lógico se forman con las últimas letras del abecedario, a partir de la letra ‘p’.
‘p’, ‘q’, ‘r’, ‘s’, ‘t’, ‘u’, ‘v’, ‘x’, ‘y’, ‘z’ son todas variables enunciativas.
Valores de verdad
Toda variable puede tener dos valores de verdad, o dicho de otra manera, en el sistema lógico que vamos a estudiar, toda oración tiene dos valores de verdad; o es verdadera o es falsa. Para expresar la verdad o falsedad de una oración vamos a utilizar la siguiente convención:
‘1’ significará que la oración es verdadera y ‘0’ que la oración es falsa
De modo que una oración ‘p’ podrá tener sólo dos valores de verdad, y eso lo expresamos de la siguiente manera:
Si en lugar de una variable tomamos dos ‘p’ y ‘q’ y combinamos sus valores de verdad posibles obtendremos la siguiente tabla:
Si tuviésemos tres variables, entonces tendríamos ocho posibilidades:
En general, dado un número n de variables, o de enunciados, el número de combinaciones posibles de sus valores de verdad sería 2n
Además de los signos que nos permiten identificar enunciados, existen un segundo tipo de signos que posibilitan la formación de estructuras más complejas mediante conexiones entre oraciones simples.
Las conextivas
a) El Negador (¬)
Dado un enunciado p, podemos formar su negación superponiendo en el parte superior izquierda de la variable el signo de la negación: ¬p que se leerá ‘no p’. Su tabla de verdad es:
p
¬p
1
0
0
1
b) El conjuntor (Ù)
La unión de dos letras enunciativas mediante le símbolo de la conjunción permite construir enunciados moleculares (enunciados cuyos componentes son enunciados). Si tenemos dos variables enunciativas ‘p’ y ‘q’ podemos formar la oración ‘p ^ q’. Para construir la tabla de verdad de una conjunción hay que tener en cuenta que la conjunción es verdadera sólo cuando son verdaderas las variables que la componen.
p
q
p Ù q
1
1
1
1
0
0
0
1
0
0
0
0
La forma lógica de un enunciado como ‘voy a casa y veré la película’ será:
p Ù q
Donde ‘p’ es la letra enunciativa de la oración “voy a casa” y ‘q’ es la letra enunciativa que se corresponde con la oración “veré la película”.
c). El disyuntor .
El símbolo lógico de la disyunción es «Ú» y se puede traducir, aunque de una forma parcial e incompleta, con la partícula del lenguaje natural «o». También se le denomina como el símbolo de la suma lógica.
Podemos entonces construir una disyunción a partir de dos variables enunciativas de la siguiente forma: pÚq
Con respecto a su valor de verdad, una disyunción es verdadera cuando al menos una de las proposiciones (variables enunciativas) lo es, y también, por supuesto, cuando ambas lo son.
Veamos la tabla de verdad de la oración “vienes o te quedas”
p
q
pÚq
1
1
1
1
0
1
0
1
1
0
0
0
d) El implicador o condicional.
El símbolo «®» es la formalización de la partícula del lenguaje ordinario «si…, entonces…» La expresión que se sitúa a la izquierda del símbolo lógico se le denomina antecedente y a la expresión que queda a la derecha consecuente. Una implicación será verdadera siempre que no se dé el caso de que el antecedente sea verdadero y el consecuente falso; y falsa cuando sea ese el caso. Dicho de otra forma: sólo hay un caso en el que una implicación será falsa, y es cuando siendo su antecedente verdadero, el consecuente es falso. Veamos su tabla de verdad
p
q
p®q
1
1
1
1
0
0
0
1
1
0
0
1
El caso 3 podría parecer extraño. Podíamos pensar que si el antecedente de una implicación es falso y el consecuente verdadero, la implicación no sería ni verdadera ni falsa, o que fuese falsa. Pero tenemos que recordar que estamos ante una lógica bivalente y esto implica que toda enunciado debe tener un valor de verdad. Por otro lado, lo que se quiere decir en ese caso es que el antecedente es una condición suficiente para determinar el valor de verdad de la implicación, pero no una condición necesaria. Es decir, el consecuente podría ser verdadero por otras razones que no aparecen implicadas en el condicional
f) El coimplicador o bicondicional.
El signo lógico que se corresponde con el bicondicional es ««». Mediante este signo, que se correspondería con la expresión “si y sólo si”, lo que queremos decir es que el antecedente es una condición suficiente y necesaria para que se de el consecuente. Pero si el antecedente es una condición necesaria y suficiente para que se dé el consecuente, entonces, si el consecuente se ha dado, también podemos inferir el consecuente.
Con respecto a su valor de verdad, un bicondicional es verdadero siempre que a) cuando son verdaderos tanto el antecedente como el consecuente; o b) cuando ambos son falsos.
p
q
p«q
1
1
1
1
0
0
0
1
0
0
0
1
Veamos la tabla de verdad de todos los signos lógicos
p
q
¬p
pÙq
pÚq
p®q
p«q
1
1
0
1
1
1
1
1
0
0
0
1
0
0
0
1
1
0
1
1
0
0
0
1
0
0
1
1
Podemos ahora empezar a realizar tablas de verdad de expresiones más complejas.
[(pÙq)Út]®(pÚt)
Paso 1: asignar valores de verdad a las variables enunciativas
p
q
t
1
1
1
1
1
0
1
0
1
1
0
0
0
1
1
0
1
0
0
0
1
0
0
0

Hay que tener en cuenta que tenemos tres variables, y especialmente importante hacer bien la asignación de los valores de verdad al comienzo de la tabla
Paso 2: leer bien la fórmula y determinar que tipo de fórmula es. Vemos que se trata de un condicional, por lo que comenzaremos a realizar la asignación de valores al antecedente. Pero oh! Cielos, resulta que es una fórmula compuesta. Ante todo mucha calma, sólo tenemos que descomponerlo en una fórmula más simple.
p
q
t
pÙq
1
1
1
1
1
1
0
1
1
0
1
0
1
0
0
0
0
1
1
0
0
1
0
0
0
0
1
0
0
0
0
0

La fórmula a la que tenemos que asignar valores es una conjunción, por lo que tendremos que recordar las condiciones que hacía verdadera a una conjunción.


Paso 3: Terminamos de completar la asignación de valores al antecedente de la fórmula principal. Para ello tenemos que componer la fórmula.
p
q
t
pÙq
(pÙq)Út
1
1
1
1
1
1
1
0
1
1
1
0
1
0
1
1
0
0
0
0
0
1
1
0
1
0
1
0
0
0
0
0
1
0
1
0
0
0
0
0

La nueva fórmula es una disyunción. Ahora tendremos que recordar las condiciones que hace verdadera a una disyunción. Hay que tener en cuenta que debemos de comparar los valores de las columnas 3 y 4.


Paso 4: Ya tenemos resuelto el antecedente, ahora pasamos a leer el consecuente de la fórmula principal. De nuevo se trata de una fórmula molecular, en este caso una disyunción, pues nada a asignar los valores a la disyunción
p
q
t
pÙq
(pÙq)Út
pÚt
1
1
1
1
1
1
1
1
0
1
1
1
1
0
1
0
1
1
1
0
0
0
0
1
0
1
1
0
1
1
0
1
0
0
0
0
0
0
1
0
1
1
0
0
0
0
0
0

Ahora tenemos que comparar los valores de las columnas 1 y 3


Paso 5: Una vez que tenemos asignados los valores al antecedente y al consecuente, podemos asignar los valores de verdad al condicional. Recordemos las condiciones que hacen verdadero y falso a un condicional.
p
q
t
pÙq
(pÙq)Út
pÚt
[(pÙq)Út]® (pÚt)
1
1
1
1
1
1
1
1
1
0
1
1
1
1
1
0
1
0
1
1
1
1
0
0
0
0
1
1
0
1
1
0
1
1
1
0
1
0
0
0
0
1
0
0
1
0
1
1
1
0
0
0
0
0
0
1

Para la asignación de valores tenemos que tener cuidado al comparar las columnas, en este caso 5 y 6, y hacerlo en el orden adecuado.


En función de sus valores de verdad las expresiones que pertenecen al cálculo lógico se dividen en:
Tautologías: En la expresiones tautológicas la última columna sólo contiene valores de verdad verdaderos (1).
Contradicciones: En este caso en la última columna sólo encontramos valores de verdad falsos (0)
Expresiones consistentes: Fórmulas que se caracterizan porque al desarrollar su tabla de verdad, en la última columna encontramos valores de verdad verdaderos y falsos.
Noción de fórmula.
Para definir qué es una fórmula o una expresión bien formada del cálculo es necesario definir previamente la noción de 'fórmula' o fórmula atómica. En el cálculo de la lógica proposicional (para una lógica de nivel superior sería necesario introducir nuevas cláusulas) una fórmula atómica se forma con una variable enunciativa, por ejemplo: p, q, p1, w2. Para componer fórmulas más complejas se siguen las siguientes reglas de formación:
R1: Una fórmula atómica es una fórmulaR2: Si A es una fórmula, entonces ¬A también lo esR3: Si A y B son fórmulas, entonces A Ù B, A Ú B, A ® B y A « B son fórmulasIntentemos ahora hacer las siguientes tablas de verdad
[(p Ù q) ® r] ® (p Ú r)
Para realizar la tabla de la última fórmula hay que tener en cuenta que lo que aparece negado en el consecuente del antecedente es una fórmula entera. En estos casos, lo que haremos será habilitar una columna para realizar elvalor de la fórmula como si no estuviese negada, y, posteriormente, en otra columna, invertir sus valores de verdad
(p Ù q) Ú (¬p Ù q)
[(p ® q) Ù (r Ú ¬p)] ® [p ® (q Ù r)]
[p ® ¬(q Ú r) Ù q] ® ¬p

lunes, 29 de septiembre de 2008

contenido programatico de la materia

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA DE LA FUERZA ARMADA
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN INTEGRAL
SEMESTRE
ASIGNATURA
2do.
LÓGICA

-
1.- OBJETIVO GENERAL
Aplicar los principios y fundamentos de la lógica, mediante el uso de preposiciones, juicios y razonamientos concretos, para la construcción efectiva del lenguaje oral y escrito.

2.- SINOPSIS DE CONTENIDO
Esta asignatura permitirá a los estudiantes adquirir una visión crítica del lenguaje, el desarrollo de estructuras de pensamiento y razonamiento lógico, aspectos fundamentales que facilitan la comunicación y en consecuencia, su mejor desempeño personal y profesional. El programa de la asignatura está conformado por cuatro unidades:

UNIDAD 1: Fundamentos de lógica
UNIDAD 2: El concepto, el término y la definición
UNIDAD 3: El juicio y el razonamiento
UNIDAD 4: La lógica y el lenguaje


OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
CONTENIDO
ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓN
BIBLIOGRAFÍA
Caracterizar la lógica como ciencia formal y normativa que establece los fundamentos y principios del pensamiento correcto.
UNIDAD 1: FUNDAMENTOS DE LÓGICA

1.1 Ciencia. Diversos significados de ciencia. Tipos: ciencias formales y ciencias fácticas. Características.
1.2 Lógica. Método y objeto. Tipos: Lógica como ciencia formal y como ciencia normativa. Relaciones de la lógica con otras ciencias: Lógica y Psicología, Lógica y Teoría del Conocimiento, Lógica y Gramática.
1.3 Concepciones de lógica: Aristotélica, Baconiana, Empirista, Idealista, el Concepto Puro (Benedetto Croce) y El Positivismo (Círculo de Viena).
1.4 Principios lógicos: Significado de principios lógicos. Coherencia y derivación de los pensamientos. Principios y axiomas lógicos: identidad, contradicción, tercer excluido y razón suficiente. Discusiones y críticas: antiguas y actuales. Ejercicios prácticos sobre el uso de los principios lógicos para el pensamiento correcto.
Realización de actividades teórico-prácticas.
Realización de actividades de campo.
Aportes de ideas a la Comunidad (información y difusión).
Experiencias vivenciales en el área profesional
Realización de pruebas escritas cortas y largas, defensas de trabajos, exposiciones, debates, etc.
Actividades de Auto-evaluación / co-evaluación y evaluación del estudiante.

· Briones, G. (1996). Epistemología de las ciencias sociales. IFES. Bogotá. Colombia.
· Bunge, M. (1979). La ciencia, su método y filosofía. Ediciones Fin de Siglo C.A., México.
Distinguir las características esenciales del concepto, el término y la definición como premisas fundamentales para llegar a conclusiones correctas.
UNIDAD 2: EL CONCEPTO, EL TÉRMINO Y LA DEFINICIÓN

2.1 El conocimiento: Diversas acepciones. Elementos: el sujeto, el objeto, la representación y la operación. Ejemplos.
2.2 El concepto: Significado. Doctrina psicológica del concepto. Lógica del concepto. Características de los conceptos: actividad práctica, la relacionabilidad o encadenamiento y la universalidad. Clases de conceptos. Comprensión y extensión de los conceptos. División de lo conceptos. Ejercicios prácticos de integración de conceptos.
2.3 El término: Significado. División. Diferencias y semejanzas entre el concepto y el término. Ejercicios prácticos.
2.4 La definición. Significado de definición. Definiciones verbales, nominales y reales. Las nociones indefinibles y los predicados. Normas prácticas para una definición lógica. Reglas para la división correcta. Categorías aristotélicas: definición y clasificación. Diferencias y semejanzas entre el concepto, el término y la definición. Ejercicios prácticos sobre elaboración de definiciones.
Realización de actividades teórico-prácticas.
Realización de actividades de campo.
Aportes de ideas a la Comunidad (información y difusión).
Experiencias vivenciales en el área profesional
Realización de pruebas escritas cortas y largas, defensas de trabajos, exposiciones, debates, etc.
Actividades de Auto-evaluación / co-evaluación y evaluación del estudiante.

· Garcia, N. (1996). Curso de lógica. Editorial Móbil Libro. Caracas, Venezuela.
· García, O (2003). Introducción a la lógica. Fondo Editorial UNMSM. Lima, Perú.
Elaborar juicios y razonamientos usando proposiciones correctas a partir de inferencias, inducción, deducción, analogías e hipótesis.
UNIDAD 3: EL JUICIO Y EL RAZONAMIENTO

3.1 El juicio: Análisis y definiciones. La doctrina psicológica del juicio. Lógica del juicio. La estructura y los elementos esenciales del juicio. Naturaleza de la relación en el juicio. El juicio y su contenido objetivo. Clasificación general de los juicios: analíticos, sintéticos, de experiencia, de razonamiento, de existencia y de valor. Clasificación de los juicios según Kant. Ejercicios y aplicaciones prácticas de elaboración de juicios.
3.2 La proposición como expresión del juicio: Análisis de las proposiciones. Distinción entre proposiciones y juicio. Clasificación de las proposiciones. Las proposiciones impersonales. Teoría de la cuantificación del predicado. Ejercicios prácticos de elaboración de proposiciones.
3.3 El raciocinio y el razonamiento: Definiciones. El razonamiento: desde el punto de vista psicológico y lógico, estructura y características. Formas de razonamiento: conclusiones (inferencias inmediatas e inferencias mediatas), la deducción, la inducción, las analogías, relación causa-efecto y las hipótesis. Ejercicios prácticos.
Realización de actividades teórico-prácticas.
Realización de actividades de campo.
Aportes de ideas a la Comunidad (información y difusión).
Experiencias vivenciales en el área profesional
Realización de pruebas escritas cortas y largas, defensas de trabajos, exposiciones, debates, etc.
Actividades de Auto-evaluación / co-evaluación y evaluación del estudiante.

· Garcia, N. (1996). Curso de lógica. Editorial Móbil Libro. Caracas, Venezuela.
· García, O (2003). Introducción a la lógica. Fondo Editorial UNMSM. Lima, Perú.
Aplicar los fundamentos de lógica del lenguaje para la elaboración de figuras de construcción, dicción, literarias y lógicas.
UNIDAD 4: LA LÓGICA Y EL LENGUAJE


4.1 El lenguaje: Definición. Características y elementos. Valor lógico del lenguaje. Requisitos del lenguaje científico. Breves nociones acerca de dialecto, acento, jerga y argot.
4.2 Usos del lenguaje: Las funciones básicas del lenguaje. Las formas del discurso. Los vicios del lenguaje: el hiato, cacofonía y el sonsonete. Vicios de la construcción: barbarismo, solecismo, solesis, monotonía, redundancia, enfilogía, el arcaísmo, neologismo y el galicismo. Figuras de la construcción: dicción, literarias y figuras lógicas. Ejercicios sobre construcciones orales y escritas.
Realización de actividades teórico-prácticas.
Realización de actividades de campo.
Aportes de ideas a la Comunidad (información y difusión).
Experiencias vivenciales en el área profesional
Realización de pruebas escritas cortas y largas, defensas de trabajos, exposiciones, debates, etc.
Actividades de Auto-evaluación / co-evaluación y evaluación del estudiante.

· Garcia, N. (1996). Curso de lógica. Editorial Móbil Libro. Caracas, Venezuela.
· García, O (2003). Introducción a la lógica. Fondo Editorial UNMSM. Lima, Perú.
BIBLIOGRAFÍA
Briones, G. (1996). Epistemología de las ciencias sociales. IFES. Bogotá. Colombia.
Bunge, M. (1979). La ciencia, su método y filosofía. Ediciones Fin de Siglo C.A., México.
Fingermann, G. (1995). Lógica y teoría del conocimiento. El Ateneo. Caracas, Venezuela.
Garcia, N. (1996). Curso de lógica. Editorial Móbil Libro. Caracas, Venezuela.
García, O (2003). Introducción a la lógica. Fondo Editorial UNMSM. Lima, Perú.
Hassen, J. (1979). Teoría del conocimiento. Editores Mexicanos Unidos, S.A. México.

Logica

Bien bienvenidos jóvenes.

Lógica

Historia de la lógica

Históricamente la palabra "lógica" ha ido cambiando de sentido. Comenzó siendo una modelización de los razonamientos, propuesta por los filósofos griegos, y posteriormente ha evolucionado hacia diversos sistemas formales, relacionados con la teoría. Etimológicamente la palabra lógica deriva del término griego Λογικός logikós derivado de λόγος logos 'razón'.[3] Históricamente se considera a Aristóteles el fundador de la lógica como propedéutica o herramienta básica para todas las Ciencias.,[4] ya que fue el primero en formalizar completamente el campo.
La lógica formal, como un análisis explícito de los métodos de razonamientos, se desarrolló originalmente en tres civilizaciones de la historia antigua:
China, India y Grecia entre el Siglo V y el Siglo I a. C.
En China no duró mucho tiempo: la traducción y la investigación escolar en lógica fue reprimida por la
dinastía Qin, acorde con la filosofía legista. En India, la lógica duró bastante más: se desarrolló (por ejemplo con la nyaya) hasta que en el mundo islámico apareció la escuela de Asharite, la cual suprimió parte del trabajo original en lógica. (A pesar de lo anterior, hubo innovaciones escolásticas indias hasta principios del siglo XIX, pero no sobrevivió mucho dentro de la India Colonial). El tratamiento sofisticado y formal de la lógica moderna aparentemente proviene de la tradición griega.
Aristóteles fue el primero en emplear el término “Lógica” para referirse al estudio de los argumentos dentro del "lenguaje apofántico" como manifestador de la verdad en la ciencia. Pensaba que la verdad se manifiesta en el juicio verdadero y el argumento válido en el silogismo: “Silogismo es un argumento en el cual, establecidas ciertas cosas, resulta necesariamente de ellas, por ser lo que son, otra cosa diferente”.[5]
Nació así la lógica formal. Aristóteles formalizó el cuadro de oposición de los juicios y las formas válidas del silogismo.[6] Kant en el siglo XVIII pensaba que Aristóteles había llevado la lógica formal a su perfección, por lo que básicamente hasta entonces no había habido prácticamente modificaciones de importancia. Y lo justificaba al considerar que siendo la lógica una ciencia formal, era por ello analítica y a priori, lo que justifica su necesidad y su universalidad, pues es la razón la que trata consigo misma respecto a sus leyes del pensar, sin contenido de experiencia alguno.[7] [8]
En la filosofía tradicional, por otro lado, la “Lógica Informal”, o el estudio metódico de los argumentos probables fue investigada por la retórica, la oratoria y la filosofía, entre otras ramas del conocimiento. Se especializó medularmente en la identificación de falacias y paradojas, así como en la construcción correcta de los discursos.
Aristóteles asimismo consideró el argumento
inductivo, base de lo que constituye la ciencia experimental, cuya lógica está ligada al progreso de la ciencia y al método.
A partir de mediados del
Siglo XIX la lógica formal comenzó a ser estudiada en el campo de las matemáticas y posteriormente por las ciencias computacionales, naciendo así la Lógica simbólica. La lógica simbólica trata de esquematizar los pensamientos de forma clara y sin ambigüedades. Para ello usa un lenguaje formalizado constituido como cálculo.
De este modo, en la edad contemporánea, la lógica generalmente es entendida como un
cálculo y se aplica a los razonamientos en una forma prescripta mediante aplicación de reglas de inferencia como un cálculo lógico o matemático.
Hoy día se considera una única ciencia lógico-matemática cuya expresión más importante en el campo de la ciencia es la creación de
modelos gracias sobre todo a la aplicación técnica en los circuitos lógicos que hacen posible la informática y el cálculo numérico.
Si bien a lo largo de este proceso la lógica aristotélica pareció inútil e incompleta,
Luckasiewicz mostró que, a pesar de sus grandes dificultades,[9] la lógica aristotélica era consistente, si bien había que interpretarse como lógica de clases, lo cual no es pequeña modificación. Por ello la silogística prácticamente no tiene uso actualmente.
Para la
Lógica matemática y la filosofía analítica la lógica es un objeto de estudio en sí mismo, por lo que esta es estudiada a un nivel más abstracto.
Existen muchos otros sistemas lógicos, como la lógica
dialéctica, lógica difusa, lógica probabilística, lógica modal y la lógica no monótona.
Martin Heidegger —discípulo de Edmund Husserl—, se aparta de estas líneas de consideración de la lógica —aunque sin despreciarlas y comprendiendo su alcance (pero también sus límites), planteando que una lógica más originaria se podría encontrar en un plano previo a las proposiciones, sentencias, declaraciones o juicios. Tomar en cuenta eso podría llevar a un replanteamiento de la lógica de la proposición o la lógica del juicio, puesto que nos conduciría a movernos en las raíces de la lógica tal como ha sido habitualmente entendida, raíces que hasta ahora han sido insuficientemente atendidas. Para él, la lógica tendría que partir de una suficiente meditación del λόγος ( lógos), el cual debería ser distinguido de la ratio (razón), que, en rigor, significa algo distinto.
Temas de la lógica [editar]
La Inferencia [editar]
Consiste en derivar la verdad de una proposición llamada
conclusión de la verdad de otras proposiciones llamadas premisas. Es decir que es una estructura de proposiciones donde, de una o más proposiciones llamadas premisas, se deriva otra llamada conclusión.
Condicionantes [editar]
La lógica plantea
certezas lógicas y las encuentra en sus leyes lógicas o tautologías convertidas en reglas cuya aplicación encadenada sobre verdades o certezas axiomática o empíricamente establecidas constituyen el desarrollo de los argumentos lógicos como inferencias o razonamientos deductivos.[10]
Cuando en un argumento o discurso se viola una regla lógica, se dice que se ha cometido una falacia. Cuando se requiere poner voluntad para conservar la veracidad del planteamiento, se dice que es sesgado. Cuando hay un interés personal, se dice que es egoísta. Cuando únicamente recoge una serie de hechos, describiendo las transformaciones entre los hechos, se dice que el resultado se verifica, bien sea cierto o falso.
Existe también una división entre lo llamado "falacia indirecta" y "falacia bella" o "falacia de redondeo", en la que la expresión se materializa como un elemento del contexto llamado "wittgensteiniano", en honor del filósofo austriaco
Ludwig Wittgenstein.
Lógica y ciencia [editar]
La lógica estudia los problemas y las leyes del pensar formal. La lógica no entra en definir qué es
verdad y qué es falsedad material. Esos conceptos, al tener contenido semántico, son competencia del razonamiento aplicado a la experiencia. Pero la ciencia para elaborar sus razonamientos necesita la lógica.
Los razonamientos formales, o
inferencias válidas, son indispensables para todas las ciencias.
La filosofía, como
epistemología o filosofía de la ciencia estudia las condiciones del pensar científico y metodológico y las condiciones de verdad de las teorías científicas, así como su alcance y límites.
Descripción y clasificación de las ciencias
Dentro de las ciencias, la
ciencia experimental se ocupa solamente del estudio del universo natural ya que, por definición, todo lo que puede ser detectado o medido forma parte de él. En su investigación los científicos se ajustan a un cierto método, el método científico, un proceso para la adquisición de conocimiento empírico. A su vez, la ciencia puede diferenciarse en ciencia básica y aplicada, siendo esta última la aplicación del conocimiento científico a las necesidades humanas y al desarrollo tecnológico.
Algunos descubrimientos científicos pueden resultar contrarios al
sentido común. Ejemplos de esto son la teoría atómica o la mecánica cuántica, que desafían nociones comunes sobre la materia. Muchas concepciones intuitivas de la naturaleza han sido transformadas a partir de hallazgos científicos, como el movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol o la teoría evolutiva de Charles Darwin.
Ciencias formales
Estudian las formas válidas de inferencia: Lógica - Matemática. Por eso no tienen contenido concreto, es un contenido formal en contraposición al resto de las ciencias fácticas o empíricas.
Ciencias naturales
En ellas se encuadran las ciencias naturales que tienen por objeto el estudio de la naturaleza. Siguen el método científico: Astronomía - Biología - Física - Química - Geología - Geografía física
Ciencias sociales
Son todas las disciplinas que se ocupan de los aspectos del ser humano - cultura y sociedad- El método depende de cada disciplina particular: Antropología - Ciencia política - Demografía- Economía - Historia - Psicología - Sociología - Geografía humana
Mario Bunge (1983) clasifica la ciencia en función del enfoque que se da al conocimiento científico sobre el estudio de los procesos naturales o sociales (estudio de hechos), o bien, al estudio de procesos puramente lógicos y matemáticos (estudio de ideas), es decir, ciencia factual y ciencia formal.
La
ciencia factual se encarga de estudiar hechos auxiliándose de la observación y la experimentación. Por ejemplo la física y la psicología son ciencias factuales por que se refieren a hechos que se supone ocurren en la realidad y, por consiguiente, tienen que apelar al examen de la evidencia empírica para comprobarlos. En conclusión, el objeto de estudio de la ciencia formal no son las cosas ni los procesos, sino las relaciones abstractas entre signos, es decir, se estudian ideas. Son ciencias formales la lógica y las matemáticas.